ARTÍCULOS

Cuando El Miedo Toca a La Puerta

A veces mi mente tiende a ir super rapido. Puedo estar calmada ante cualquier situación, y de repente me encuentro arropada por pensamientos que no sé siquiera cómo llegaron a mi mente. Y lo que es peor, muchas veces estos pensamientos no son más que la proyección de “lo peor qué pudiera pasar” pero que NO ESTÁ PASANDO AÚN, y que ni siquiera estoy segura de que ocurrirá.

Por ejemplo, han habido ocasiones en que como a todos, mi situación económica se ha visto afectada y he tenido que hacer recortes y ajustes en mi presupuesto. Sin embargo, por ratos me imagino que terminaré parada en una esquina pidiendo limosnas. Tremendo, ¿no les parece?

Otro ejemplo, cuando mis hijos o mi esposo o cualquier miembro de mi familia se ven afectados por algún tema de salud, de repente y sin darme siquiera cuenta, me veo imaginandome el escenario desolador de que no están conmigo mientras en dicha fantasía me veo arropada por la tristeza arrastrando los pies por toda la casa sufriendo mi pérdida. Dramática, ¿verdad?

Los seres humanos tenemos la tendencia muy particular de ser fatalistas; siempre que algo nos sucede, dejamos ir la mente hacia los peores escenarios que podemos imaginar. Pongámosle nombre: se trata de nuestros más grandes miedos.

Cuando nuestros miedos nos arropan, inevitablemente nos vemos afectados a tal punto que se nos hace difícil salir de ese estado de fatalismo. Y peor aún, nos encontramos sufriendo por algo que ni siquiera está realmente sucediendo. Nos proyectamos sin darnos siquiera cuenta de que hace rato dejamos de vivir en el presente, en el momento actual, y estamos en un futuro que es completamente incierto… SOLO ESTA PASANDO EN NUESTRAS MENTES.

¿Cómo podemos evitar ser arropados por nuestros peores miedos hasta el punto que nos afectan y nos impiden disfrutar del aquí y el ahora?

Les comparto lo que me ha funcionado a mi.

Primeramente trato de cultivar una mentalidad positiva cada día. O sea, cuando me despierto en las mañanas, traigo de inmediato a mi mente (muchas veces sin siquiera haberme parado de la cama) el pensamiento de que “hoy va a ser un gran diia”. Sencillamente lo pienso. Se que aún no ha pasado nada, pero me lo digo a mi misma.

Cuando me miro en el espejo, sonrió y me repito lo afortunada que soy de estar con vida. Esto tiende a llenarme de energía.

En el transcurso del día, cuando las cosas se ponen medio dificiles o me veo comenzando a pensar negativamente, me obligo a frenar. Me detengo. A veces imagino una señal de PARE bien grande en mi mente. Y me pregunto, ¿Acaso esto que temo está sucediendo ahora mismo? Obviamente la respuesta es NO. entonces me repito, ¿Qué hago pensando estas cosas?

Justo luego me recuerdo el compromiso hecho conmigo misma de que “no voy a sufrir por algo que ni siquiera está pasando… no me voy a preocupar por lo que no ha llegado aún”.

Y finalmente, me muevo de donde estaba (esto es bien importante) y me ocupo en algo que me permita distraerme o que me obligue a pensar en otra cosa.

Déjenme decirles que estas simples acciones me han ayudado muchísimo a mantener mis pensamientos de miedo bastante a raya. Primero tratar de que no vengan a mi mente, pero cuando inevitablemente llegan, bregar con ellos hasta someterlos a lo que son: solo mis miedos.

Me encanta ver mis miedos como bolas de humo… desaparecen cuando las soplo. Solo depende de mi reconocimiento de ellos y de cuan fuerte sople para desaparecerlos.

CONTÁCTENOS

Los Sueños no funcionan a menos que usted los haga funcionar.
Dé el primer paso hacia conquistarse a sí mismo y contáctenos hoy.

Información de Contacto

Emocional Café
Un servicio de Outsource Initiatives
Ocala, Florida, USA
Teléfono: (407) 279.7373
Correo Electrónico: xio@outsourceinitiatives.com