Una de las grandes bendiciones de salir a correr temprano es la sensación que produce el aire fresco de la mañana. Es muy refrescante, especialmente después de haberte empujado a tí mismo a hacer algo de ejercicio.

Ojalá todos pudieran disfrutar lo que se siente. Es un simple placer de la vida que todos deben llegar a experimentar en un momento u otro.

Con demasiada frecuencia decimos: "Me encanta hacer ejercicio / comer mejor / hacer lo que me gusta, pero no tengo tiempo"? La pura verdad es que si lo tenemos. Todos tenemos tiempo. Sólo elegimos usarlo de forma diferente. Claro, tenemos un trabajo o un negocio que atender. Eso ocupa tiempo. Tenemos que llegar a un sitio, tal vez hacer un viaje. Para eso se necesita algo más de tiempo. Tenemos que hacer cena para la familia, lavar la ropa, revisar la tarea, o cualquier otra cosa. Todo demanda nuestro precioso tiempo.

Así que, ¿cuándo lo hacemos?

Miremos el otro tiempo que nos queda. Vemos la televisión, o estamos en línea. Antes del trabajo, como lo hago yo, o justo después. Usamos el tiempo para "sentirnos cómodos". La comodidad es el principal enemigo, mis amigos.

Solía desear tener más tiempo. Dormía cinco horas por noche, comía lo que podía encontrar fácilmente, utilizaba cada minuto para "hacer y completar cosas." Como si tuviera un pequeño supervisor o un jefe persiguiendome constantemente. No dejaba de pensar, "Est estilo de vida me va a pasar factura uno de estos días."

En el 2015, comencé a sentir una presión en el pecho cada vez que hacía algo físico. Cuando descansaba, se me aliviaba. Por último, mi esposa me llevó al médico para que me examinara. Mi arteria principal izquierda estaba 99% bloqueada; al siguiente día, me hicieron una cirugía de corazón abierto. De esto ya hacen seis meses.

Tenemos la tendencia a reaccionar en una de estas dos formas después de tal tipo de experiencia: buscamos "comodidad" por todo lo que hemos pasado, o nos levantamos y nos movemos a hacer ajustes.

Podía comenzar a dormir hasta tarde y disfrutar de una media hora extra. Pero entonces no sería capaz de correr, o escribir mi blog. Este era el único momento que tenía para hacerlo todos los días. Sin distracciones, sin llamadas, ni mensajes de correo electrónico, sin demandas. Solamente la carretera, la oscuridad y yo; y el maravilloso aire fresco de la madrugada.

Y no me estoy refiriendo únicamente a los ejercicios. Estoy hablando de ese libro que desea leer, o ese negocio que desea iniciar, o aquel audio que desea escuchar.

Renunciamos a tener tiempo libre para hacer las cosas que realmente queremos hacer. Mire su vida. ¿Es esa la forma en que usted quiere vivirla? ¿Qué se necesita para cambiar?

Cambia. Hazlo. El mañana en realidad no existe; mañana es sólo un concepto. El día de hoy, este preciso momento en que estas es lo único real. No esperes hasta el próximo lunes o a que llegue el tiempo perfecto. No existe tal cosa. Observa cómo pasas tu tiempo hoy y considera cómo puedes hacer hoy lo que verdaderamente deseas. Entonces hazlo al día siguiente, y el próximo, hasta que se convierta en un hábito. Hasta qué no puedas imaginarte SIN hacerlo. Así es como sacamos el tiempo para lo que es verdaderamente importante, para aquello que nos hemos estado perdiendo de hacer que hace nuestras vidas mejores.

Espero que lo intentes hoy, tan pronto como puedas. Tu vida VA A CAMBIAR. Al principio quizas sea imperceptible. Pero te sentirás mejor. Te verás mejor. Y sobre todo, te sentirás más feliz. ¿Por qué? Porque habrás sacado tiempo para lo que en verdad importa.