Parecería difícil en estos tiempos modernos que alguien realmente pueda perderse. Con GPS en todos los teléfonos inteligentes y el acceso en Google a todas las respuestas de preguntas que podamos imaginar, sería cuestión de perderse uno mismo.
Hay cierta belleza en perderse, explorar nuevos lugares, nuevas ideas, nuevas recetas, todo tipo de cosas nuevas. Sin embargo, perderse es a veces la mejor manera de encontrar lo que en realidad estás buscando.
Esta semana descubrí un vídeo que trata sobre el fracaso. Menciona algunos de los nombre más reconocidos, las más grandes mentes y talentos qué jamás hemos conocido y señala sus desalientos personales. Sin embargo, todas estas personas lograron convertirse en alguien especial. Eso realmente me movió en mi interior. Tal como usted, me veo a mí mismo y las cosas que estoy tratando de lograr, y se me olvida que muchos otros han fracasado en forma estrepitosa antes de que finalmente hubieran logrado su famoso éxito.
Tal vez el problema con la mayoría de nosotros es el rechazo. Más de un gran escritor se ha ido inédito y desconocido porque sus primeros manuscritos fueron rechazados numerosas veces antes de que terminaran en la basura. Al famoso Dr. Seuss le rechazaron sus manuscritos veintisiete veces y todavía hoy su nombre es sinónimo de autoridad como escritor. Particularmente no me agrada el rechazo, pero algunos de mi mejores trabajos han sido el resultado de aquellas cosas que otros no aprobaron.
El dedicar horas a un trabajo sólo para escuchar que no es lo suficientemente, parecería ser una enorme pérdida de tiempo; ¡Esto me ha pasado muchas veces!
He estado ante un montón de caminos sin salida. Empleos sin futuro, proyectos nulos, relaciones insatisfactorias y convicciones sin sentido. Pero la única cosa que me ha funcionado constantemente ha sido levantarme, dar la vuelta y moverme en otra dirección, manteniendo mis piernas en movimiento, mi mente analizando y mi corazón lleno de ambiciones.
A veces nos derriban tantas veces que nos preguntamos, "¿para qué la molestia de levantarse?" A veces permanecer abajo parecería mucho más reconfortante que enfrentar el fracaso una y otra vez.
Es muy importante recordar que los caminos sin salida son en sí una forma de éxito. Descubrimos cosas acerca de nosotros mismos, nuestros métodos y emociones, nuestras capacidades y habilidades, nuestras esperanzas y sueños. Descubrimos quienes somos por las cosas en que fallamos. El único verdadero fracaso es no aprender de nuestros errores.
De hecho, esa es la razón por la cual perfeccionamos la práctica. El fracaso es lo que nos enseña a ser más fuerte, a construir nuestro carácter y determinación. Cometer errores afina nuestra capacidad de saber la diferencia entre lo que funciona y lo que no funciona. El caernos sirve como un recordatorio de lo que no se debe hacer.
Me encanta ir de excursión. Salir al aire libre y caminar por senderos naturales es una de mis grandes pasiones. Caminé varias millas de los Apalaches y he andado por una gran cantidad de caminos que parecían prometedores y terminaron no llevándome a ninguna parte. Pero no importa cuánto me había alejado del camino, siempre hubo un elemento constante. Yo me sentía feliz de estar donde estaba, al aire libre haciendo algo que disfrutaba y me llenaba de emoción. Lo qué más me encantó a lo largo del camino era el paisaje a mi alrededor.
La vida se trata del paisaje. Se trata de encontrarnos ante esos callejones sin salida y tener que devolver nuestros pasos para encontrar un nuevo camino.
No tenemos garantía de que habrá una olla llena de oro al final del camino. Pero sabemos con certeza que si no insistimos y seguimos tratando, nunca tendremos posibilidad de encontrar oro alguno y nos perderemos de disfrutar el hermoso paisaje a lo largo del viaje.
