Bien, debo decir que fuí a golpear pelotas, porque la verdad es, yo no sé NADA sobre golf. Soy una perfecta novata. ¡En serio! Cuando se trata de golf, lo único que sé es que que los bastones con los que se golpea la pelota se llaman palos de golf.

Ahí estaba yo, parada frente al majestuoso campo de golf, rodeada de la bella naturaleza y montón de gente practicando sus habilidades. Mientras mi esposo trataba de pegarle a las pelotas de golf, yo estaba de lo mas distraída, mirando los alrededores y tratando de captar la imagen delante de mi. Si, fuí lo suficientemente afortunada de hacer unos cuantos tiros buenos, pero la verdad era que mi mente estaba en otra parte.

Mientras disfrutaba de aquella vista no pude evitar pensar en las similitudes entre la vida y el golf.

Resumiendo lo bésico de este popular juego, los jugadores necesitan usar diferentes palos para golpear la pelota hacia una serie de hoyos en un campo (generalmente 18 hoyos), utilizando los menos golpes posibles mientras enfrentan una serie de desafíos. Algunos de éstos son: áreas de grama alta (llamadas rough), la dirección en la que sopla el viento, trampas de arena y áreas de agua tales como lagos y ríos. El jugador tiene que usar su conocimiento sobre cuál palo de golf utilizar dependiendo de las distancias y circunstancias. Hay ciertas reglas por las que el jugador tiene que regirse durante el juego. Como pueden ver, requiere disciplina, habilidad y entrenamiento para poder jugar bien y ganar el juego. Si meditas en ésto, así mismo funciona en la vida.

A medida que crecemos, nos damos cuenta que la vida implica ciertas reglas que necesitamos seguir si queremos vivir en armonía con nosotros mismos y con los demás. Necesitamos poner en práctica la disciplina para dejar nuestro yo a un lado y entender que no se trata solamente de nosotros. Somos parte de un gran todo.

Desarrollamos herramientas emocionales (nuestros "palos de golf") las cuáles necesitaremos a lo largo del camino, dependiendo de las situaciones y circunstancias. Estamos cada vez más preparados para afrontar los desafíos y siendo sorprendidos por muchos nuevos.

A medida que aprendemos, nuestro conocimiento sobre la vida, la gente y nosotros mismos se profundiza convirtiéndonos en los adultos maduros que se supone seamos. Por algo existe una frase que dice que sabemos más simplemente por ser más viejos. Con la edad viene la experiencia. No hay duda sobre ésto.

Finalmente, miramos nuestros planes y sueños como un gran campo de golf, lleno de obstaculos, pero con increíbles recompensas a medida que nos movemos un paso a la vez. Algunos sueños se convertirán en realidad mientras otros tendrán que ser reajustados y redefinidos a lo largo del camino. Habrán aquellos que tendremos que soltar y dejar ir, entendiendo luego que otros mejores se desdoblaron en frente nuestro.

Si, la vida es como jugar golf. Puedes tomartela bien en serio, competitivamente, quitandoletoda la diversion. O puedes relajarte, jugar responsablemente, divirtiendote y disfrutando del juego. Después de todo, depende de cómo escojemos jugar. Tú eliges.